Buscar

viernes, 20 de noviembre de 2009

Espaillat: Barrio lleno de recuerdos


El día primero de cada año, la Asociación de Amigos y Vecinos del Ensanche Espaillat practica una reunión trascendental, donde amigos de todas partes regresan a encontrarse con el pasado, sus viejos amigos y sus amigos viejos; antiguos amores; calles que aun siguen con sus huellas en sus memorias; las casas donde vivieron, con sus recordados cuadros, el del Sagrado corazón de Jesús o El Gran poder de Dios y la imagen de La Virgen de la Altagracia como portada a un calendario del “Súper Colmado Arturo” o la “Ferretería Franklin”.

Cada amigo que encontramos en esa fiesta del día primero de enero es la estampa de un recuerdo de nuestra época.

Si vemos a Dante Nin nos acordamos de los Paquitos de Susy, al encontrarnos con Juancito López a la memoria nos vienen las hazañas de “Chanoc”.

Recuerdo a Doña Julia, llamando a Tato y a Topi para que se comieran la famosa “Harina del Negrito”.

Nuestros juguetes no eran tan sofisticados y caros como los de ahora y además eran fabricados por nosotros mismos, como la famosa Patineta, el carrito de cajebolas hasta los mas sencillos como el caballo de palo de escoba y la rueda con dos palos y aceite quemado para lubricar el camino.


Jugábamos a Indios y Vaqueros y recuerdo que a Miguelo López siempre le tocaba ser Indio por la promesa que tenia de llevar una melena por muchos años.


Todos “teníamos” novias, las cuales nunca se enteraron que eran nuestras novias y disfrutábamos mas ese amor platónico e inocente que el amor real y caliente de ahora.


Recuerdo mucho los anuncios y las caricaturas de Presidente, la cerveza y los anuncios de Mejoral cuyas melodías se pegaban como las canciones del momento.

Eran esos tiempos de las Antitetánicas, cuando la multa por una Partía de cabeza costaba 5.75. “pártele la cabeza que yo pago la multa” , “pa que te respeten”, “porque uno sabe cuando nace pero no cuando se va a morir”, decia la difunta Doña Carmen, la hija de Vitalina y la madre de Juancito, Chicha y Miguelo, entre otros. Doña Carmen fue una de las mejores vecinas que tuvimos no solamente en la calle “C” sino en todo el barrio, con un temperamento de hierro y un corazón de miel de abeja, porque era madre de todos lo muchachos que llegaban alla y asi como te brindaba café o un plato de comida también te regañaba si te lo merecías y mas aun la queríamos y las madres de nosotros las apoyaban a Carmen, que en paz descanse esa vieja que todavía recordamos y que la vemos siempre en la mirada de sus hijos y nietos porque salieron casi todos a ella.


Recuerdo también los cuadros que habían en los colmados, como por ejemplo aquel que tenia dos personajes, uno rico y otro pobre, que decía “yo vendí a crédito” y el otro decía “yo vendí al contado” y así llevarle el mensaje al publico de que no se podía “fiar” y que por lo menos los sábados nos daban la famosa “ñapa”, que ya no se usa, porque ni siquiera Juan Feliz da Ñapa.


Todos queriamos a Baldor aunque tuvieramos que llevarlo a Septiembre.

Dice Nelson Cordero que "Platano Maduro no vuelve a verde, el tiempo que se va, no vuelve"

No hay comentarios: