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martes, 20 de octubre de 2009

Felicidades los nacidos en Octubre


"Luna de Octubre"
Autor: Jose A. Michel

De las lunas la de octubre es mas hermosa,
Porque en ella se refleja la quietud
De dos almas que han querido ser dichosas,
Al arrullo de su plena juventud.

Corazon que has sentido el
Calor de una linda mujer en las noches de octubre,
Corazon que has sabido sufrir
Y has sabido querer desafiando al dolor.

Hoy que empieza la vida tan solo al pensar
Que tu amor se descubre,
El castigo de ayer que me diste tan cruel
Parece que murio.

Si me voy, no perturbes jamas
La risueña ilusión de mis sueños dorados,
Si me voy, nunca pienses jamas
Que es con unico fin de estar lejos de ti.
Vivire con la eterna pasión que senti
Desde el dia en que te vi,
Desde el dia en que soñe
Que serias para mi.



Luna de octubre!


En este mes es cuando ella se pone sus mejores galas y llena el cielo como un sol de media noche, con una luz que baña todo con un color de plata, pero que es tan discreto que permite a los enamorados resguardarse bajo las sombras, en esas noches de plenilunio.

Al verla llenar el cielo, es fácil imaginarse porqué los antiguos decían que ella tiene el poder de convertir al hombre en lobo, pues quién que esté solo no ha sentido en alguna ocasión la necesidad de sentarse en un risco y empezar a aullarle como lunático, pidiéndole su consuelo.

El tenor de los charcos, el que se sabe feo y contrahecho, el sapo cancionero, espera las noches de luna llena para entonarle su canción y en el remate de esa estrofa el bolero dice: "Qué acaso no sabes que la luna es fría, porque donó su sangre para las estrellas".

La canción aprendida en la secundaria, en la estudiantina, es la que nos dice que "de las lunas la de octubre es más hermosa, porque en ella se refleja la quietud, de dos almas que han querido ser dichosas".

Pero no hay nadie como el maestro Jaime Sabines, para describir la fascinación de los seres humanos por la luna, y es él quien en sus versos, nos da una de las mejores recetas de lo que se puede hacer con ella, cuando nos dice:

La luna se puede tomar a cucharadas o como una cápsula cada dos horas. Es buena como hipnótico y sedante y también alivia a los que se han intoxicado de filosofía.

Un pedazo de luna en el bolsillo es mejor amuleto que la pata de conejo: Sirve para encontrar a quien se ama, para ser rico sin que lo sepa nadie y para alejar a los médicos y las clínicas. Se puede dar de postre a los niños cuando no se han dormido, y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos ayudan a bien morir.

Pon una hoja tierna de la luna debajo de tu almohada y mirarás lo que quieras ver. Lleva siempre un frasquito del aire de la luna para cuando te ahogues, y dale la llave de la luna a los presos y a los desencantados. Para los condenados a muerte y para los condenados a vida no hay mejor estimulante que la luna en dosis precisas y controladas.


Razón científica:

La luna, que es el satélite de la tierra, se ve más grande en el mes de octubre por que en esta época del año, la radiación solar incide con mayor fuerza sobre ella, y al reflejarla emite mayor luz. Este hecho se magnifica por que durante este mes la actividad atmosférica de la tierra tiende a ser muy tranquila, de tal forma que casi no se presentan nubosidades, y esa limpieza permite observar la bóveda celeste con mayor nitidez.


Creencia.
De acuerdo a la creencia popular, la Luna llena del mes de octubre es la "Luna de los Cazadores", o en ocasiones la "Luna Roja". Esto tiene su origen en grupos de cazadores que buscaban y mataban sus presas guiándose por la luz lunar del otoño, juntando de este modo comida para el invierno que estaba por llegar. Podemos imaginarlos claramente: figuras silenciosas caminando sigilosamente por el bosque, con la Luna sobre sus cabezas, pálida como un cadáver, su luz fría traicionando a las criaturas del bosque.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Leyenda del “Quitipón”



Alguien dijo que “los pueblos y las mujeres que no tienen historia, no son felices”. Esto lo decimos por nuestro barrio: El Ensanche Espaillat, sector que vive de sus leyendas y personajes que todavía hoy el barrio recuerda.

La generación actual del Espaillat desconoce mucho de la historia de nuestro barrio. Ya en otras ediciones de nuestra pagina hablamos de muchos personajes famosos que han vivido y viven en el barrio. Pero hoy hablaremos de una parte de nuestro barrio, un sitio que pudo estar ubicado en el “Macondo” de Cien Años de Soledad o en las Historias de las Mil y una Noches. Este sitio que ya no existe pero permanece en la memoria de muchos parroquianos es el mítico “Qitipón”, lugar que quedaba en la esquina de la Calle Central o Barney Morgan, con la esquina calle “10” , bautizada por Balaguer con el desabrido nombre de “Mutualismo”.

Hablemos del “Quitipón” . Que era el Quitipón?

De acuerdo a información obtenida de nuestro amigo y colaborador de la pagina, Melido Diaz quien vivió en la Interior “H”, el hijo de Don Laito y hermano de Dominica, el llamado Quitipón empezó cuando un tal Rafael, abrió un “Colmadito” en la esquina 10 y Central, en la esquina sureste. Frente al negocio de Rafael llegó inmediatamente un tal Julio y puso otro Colmadito como en forma de competencia desleal. Al poco tiempo Rafael, al ver la actitud medio envidiosa del Señor Julio, puso un “barrita”, una especie de cafetería donde se vendían leche batida y sándwich, y no habían pasado dos semanas cuando ya el vecino Julio estaba poniendo también una cafetería idéntica a la de Rafael.


El señor Rafael ya estaba perdiendo la paciencia y decidió dejar la cafetería y poner una Ferretería, que inmediatamente la mudó a la calle 10 con 17 que luego se convirtió en Ferretería Franklin. Al Señor Julio como cambiaba tanto de negocio para hacerle la vida imposible a su vecino lo bautizaron con el apodo de “Julio Quita y Pone”, luego se transformó el nombre en un monosílabo de “Quitipón” Después que Julio se fue del área la esquina se quedó con el nombre de Quitipón. En esa esquina había de todo, frutas, limpiabotas, riferos, billeteros, bucones para viajes al interior, “trata de blancas y negras” que realmente no era prostitución sino un entretenimiento sexual entre los tigueres.

El primer comerciante de los billetes de la Loteria Nacional fue un Señor Llamado “Niño” que cariñosamente le decian “El viejo Niño” quien era el padre de Santiago Matias (Chago) y Porfirio. Los primeros billeteros o “cambrujeros” como se les llamaba llegaron al Quitipon por via del Viejo Niño.


Volviendo a Rafael, después de haber mudado la Ferretería a la Padre Castellanos con 10 se mudó al Ensanche Naco e inauguró un hotel en Villa Mella llamado “Casa Blanca”.

Franklin Pasó a ser el dueño de la Ferretería.

Hoy el Mítico Quitipon ya no existe, solamente se ve la sombra de algunos fantasmas y se escuchan en la noche las voces de los vendedores de golosinas y frutas con el eco que solo produce el recuerdo.