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lunes, 30 de julio de 2012

Calle Gregorio García Castro (Goyito)



A casi 40 años del repudiado asesinato que truncó su vida en flor, el pueblo incrementa con manifiesta admiración la veneración a su memoria, expresada en la cantidad de calles que espontáneamente ha designado con su nombre, una identidad que el tiempo  no ha sepultado, al contrario, cada día surgen reveladores testimonios de “Goyito”, asesinado de tres balazos en la cabeza en los tenebrosos 12 años de Gobierno balaguerista.
 En 1981, el Ayuntamiento del Distrito Nacional declaró  como “Gregorio García Castro” una calle del Ensanche Espaillat, pero hay otras en varios barrios de Santo Domingo.
 Polifacético,  productivo, profundo, fue el autor de la columna “En un tris”, caído el 28 de marzo de 1973,  en la calle Mercedes,  cerca del vespertino Ultima Hora, del que era Jefe de Redacción. “Durante una hora aproximadamente estuvo el cadáver de Goyito tirado en el pavimento mientras numerosas personas llegaban al lugar a presenciar la espantosa escena”, se escribió en un periódico  que describe con amplitud la trayectoria de este comunicador, uno de los más completos de su generación.
Fue reportero, analista político, comentarista de radio, reportajista, editorialista, conferenciante, político, ejecutivo de medios, relacionista, historiador…
 De esas facetas conversan su viuda, Daysi Frómeta Serra, y sus hijos Cosme Enrique y Daysi Dominicana. Los otros dos son Joaquín Gregorio García Frómeta y Gloria Dolores Taína García Lora. Enrique domina todos los rasgos de este escritor cuya existencia fue tronchada a los 37 años. No sólo mantiene vigente el reclamo de que se haga justicia  sino su recuerdo, representado en  su biblioteca y archivo especializados de cuanto se ha escrito sobre  García Castro, los expedientes judiciales, sus respuestas a los que considera “planteamientos absurdos” de quienes no conocieron el ejercicio profesional de su progenitor.
 Eran inseparables, el muchacho era  “su secretario”. Por eso parece seguir afectándolo esta partida inesperada cuando él apenas contaba 12 años y de la que se enteró casi al instante. “Me puse malo y comencé a lanzar improperios contra Balaguer y Pérez y Pérez porque sabía que de ese sector provenía la orden por sus denuncias contra La Banda”, comenta Enrique, hoy de 51 años. “La Banda Colorá” era  un instrumento represivo del balaguerato.

 Más de 100 autores extranjeros y nacionales citan el fatal destino de su padre y cada uno ocupa un espacio en sus estantes. En carpeta descansan inmensidad de crónicas y artículos.
 Dominicana, entonces de nueve años, evoca al padre  tierno que la acondicionó para que supiera que él no iba a estar con ella cuando creciera. “Vivía sabiendo que en un momento nos iba a dejar, él nos preparaba”. La primera vez que se lo hizo saber fue cuando, emocionada, le comentaba cómo quería que fuera la celebración de sus 15 años. “No, mi hija, no te ilusiones, porque yo ya no voy a estar, esta gente no perdona y no me voy a echar para atrás”, le replicó en 1970 y le repitió siempre. ¿Cuál gente?  “Imagino que se refería a los que estaba combatiendo”.
 Dona Daysi, a quien él conoció como reportero cubriendo la fuente judicial cuando ella era auxiliar de la Tercera Cámara Penal, recuerda que una vez intentaron comprar sus ideas y él llegó haciendo bromas con las llaves de un “Mercedes Benz” y una residencia, que devolvió. Estuvo casada con él desde el 30 de diciembre de 1955.
 La joven recibió de él una pluma fuente de oro aparte del ejemplo “de su consagración total a la familia, una fortaleza muy grande, la fidelidad a sus principios y su discurso  de que “hay cosas que uno no negocia, y una de ellas es la verdad. Me enseñó a respetar el libre pensamiento y hasta a los mismos enemigos”, confiesa.
 En doña Daysi están latentes el amor  de “Goyito” por los pobres, sensibilidad, desprendimiento y la inquietud por un escrito que dejó a  sacerdotes de la iglesia Las Mercedes para que se lo entregaran a su familia. “No sabemos lo que es. Nos informaron que esos archivos  pasaron a la iglesia de San Miguel”, dice.
 Los tres refieren el salmo que le escribió el arzobispo Ramón Benito de la Rosa Carpio.
Crimen no ha prescrito.  Gregorio Fernando nació en Pontón, La Vega, el 17 de noviembre de 1935 (declarado en 1936, en Santiago de los Caballeros), hijo de Domingo Israel García Fernández, hacendado, y Ana Dolores Castro, educadora. Se le considera autodidacta ya que solo hizo estudios comerciales en la Academia Santiago y el tercero de bachillerato.

 A los 17 años ingresó en La Información y debido a las magistrales crónicas que publicó sobre el asalto de los hermanos Maldonado a The Royal Bank of Canada, le llamaron de La Nación y El Caribe. Trabajó también en Radio Caribe y Radio Clarín, y en las postrimerías de la dictadura se le designó diputado. Fue director general de Radio Caribe. En 1963 fue deportado hacia Puerto Rico por sus ataques al Triunvirato. Allí fundó con Balaguer el Partido Acción Social que dio origen al Partido Reformista.
 En 1970 fundó a otros periodistas el vespertino Ultima Hora. Mantuvo los programas Panorama de actualidad, Un comentario de comentarios, y otros.
 “Se opuso a la reelección del doctor Balaguer, criticando agriamente al Gobierno y censuró severamente los operativos policiales de agresión a militantes izquierdistas. Denunció valientemente las viles actividades de un grupo derechista llamado Frente Democrático Antiterrorista Comunista (La Banda) por lo que comenzó a ser amenazado de muerte, según le informó a colegas y amigos”, dice una de las tantas biografías que conserva Enrique.
 Una comisión investigadora dirigida por el general Neit Nivar Seijas, compadre de García Castro, agrega, determinó que el autor de la muerte “fue el oficial de la Policía Juan María Arias Sánchez y los cabos Milton de la Cruz Lemus y José Rafael Pérez Pereyra”.
 Enrique declara que el crimen no ha prescrito. “Está pendiente de un dictamen del Procurador General de la República para que la Suprema pueda conocer un recurso de revisión”. Dijo que la sentencia que descargó a los autores materiales fue “clandestina y monstruosa”.
 Rechaza que su padre fuese trujillista y justifica el cargo en el Congreso explicando que ante el acorralamiento internacional, Trujillo “buscó cuatro jóvenes sin vinculación con el régimen. Fue circunstancial, se le informó un día antes, manu militare. Asumieron ese reto como algo real, ejercieron con independencia que causó revuelo”.
 No concuerda con quienes aseguran que la muerte de García Castro fue fruto de la rivalidad entre altos militares de entonces. “Fue un factor, pero no el único”, reaccionó, exclamando que Goyito fue un mártir de la libertad de prensa, amenazado y perseguido por sus denuncias. “Plantear que no lo fuera es un absurdo, una conspiración, como la de los golpistas cuando lo deportaron en 1963 tras el derrocamiento de Bosch”.
La calle.  Tantas calles con el nombre de García Castro es, para su hijo, un fenómeno, un clamor de que se haga justicia. Hay vías con esa denominación en Los Alcarrizos, Herrera, Los Tres Brazos, El Almirante, Invivienda, Sabana Perdida, El Cachón de la Rubia, Barrio Libertador, entre otras. Pero la antigua “Calle 12” del ensanche Espaillat fue la que el Ayuntamiento designó “Gregorio García Castro” el  8 de abril  de 1981 en atención a que “dedicó su vida a los mejores principios de la sociedad, la cual le recuerda con respeto y agradecimiento”.

 Escrito por: ÁNGELA PEÑA  hoy.com.do

domingo, 29 de julio de 2012

Feliz Dia De Los Padres.


Juan Garcia "Tato" y sus bellos hijos

Felicidades a todos los padres dominicanos y especial a los padres del Ensanche Espaillat. Honremos a esos padres que se han ido y que dejaron un legado maravilloso con sus hijos que no les defraudaron. Hoy florecen los nietos como frutos divinos de una familia que seguirá la ruta del amor y las buenas costumbres. La Madre es el Ser sublime y cariñoso, las que nos mima y arrulla, el padres es el ser autoritario y al mismo tiempo apoyador. La Madre nos aconseja, el padre nos advierte. La madre nos pide, el padre nos exige.
Don Lantigua y sus Nietos

 La Madre era nuestra Santa mientras que el padre fue siempre nuestro “Superheroe”, el que “resolvía”, papi dame, papi dame. Pero el padre no siempre fue “apoyador” porque una “pela de encargo” de un padre no se la deseamos a nadie, “no te preocupes que la pela grande te la va a dar tu papa cuando llegue” decía la madre cuando el niño se quejaba de que ella le había pegado fuerte.
Don Fermin, Padre de Marisol, Robert, Jmmy y Luigy

Ya esos padres de antes no existen. Esos padres de antes no tenían Facebook ni Celulares y siempre estaban trabajando, le dedicaban mas tiempo a la familia, claro, con algunas excepciones, porque hoy aparecen padres de la talla de esos clásicos padres.
Toñito Doble, el padre de Tony, vivía en la calle “D” entre 10 y 8, fue un sobreviviente del Ciclón San Zenon dejandole una marca para toda su vida en una de sus piernas. Toñito fue un padre ejemplar, al igual que Molina, Lantigua, Penson, y casi todos esos padres del barrio. Porque esos padres tenían quizás menos edad de la que tenemos ahora y nunca se veían en el colmadon de la esquina porque cuando llegaban de trabajar se que daban en su casa.
Molina, el Buen Padre, el Buen Vecino, El buen esposo y el buen Amigo
Don Braulio, vecino de Lantigua y Molina y compañero de trabajo de Don Fermin, fue tambien un gran ser humano. Por que no continuamos los ejemplos de esos padres?

 
Dos Generaciones de Padres, Crusito Lebron y Rafael Gomez. Coinciden en ser los Dos hombres de trabajo, de Familia y honestidad.
Hilario Henriquez, el Papá de Frank, Choco, Milagros, Quico y Lulú. Su frase favorita era, "Cuidenme a mis hijos".
Rudy Antonio Cevallos junto a su linda hija. Felicidades.

miércoles, 18 de julio de 2012

QUIEN FUE ELIAS PIÑA?


 Calles y avenidas Un héroe de la Independencia


Una calle en el Ensanche Espaillat de Santo Domingo recuerda a Elías Piña, muerto después de una batalla en Bánica contra los haitianos, no como el héroe, sino por el nombre de la provincia, en la frontera Sur

Escrito por: ÁNGELA PEÑA ( a.pena@hoy.com.do)
En 1944,  años después que a la común fronteriza de Santa Teresa de Comendador la designaran con el nombre de Elías Piña, el historiador Sócrates Nolasco peguntaba en un artículo “¿Quién era Elías Piña?”, repitiendo la interrogante que más de medio siglo atrás hizo el escritor José María Morilla. Y Nolasco decía que “como repercusión insegura de su voz, seguimos interrogando: “¿Quién era  Piña?”.
Hoy los dominicanos siguen formulándose la misma interrogante, porque luego de algunas anotaciones sobre  Piña que también publicaron Emilio Rodríguez Demorizi, Vetilio Alfau Durán y José Gabriel García, no hay dato que dé a conocer este aguerrido soldado de las luchas por la Independencia que se constituyó en “el terror de los haitianos” y que  cayó abatido por ellos junto a su hermano Francisco, apenas logrado el triunfo en “el fuerte de Bánica”.
Manuel de Jesús Galván le dedicó un memorable soneto, pero sigue siendo hasta tal grado  desconocido  que muchos ignoran “que se trata de una persona”.
Hay una calle que lo recuerda en el Ensanche Espaillat, porque en 1975 el Ayuntamiento  designó varias vías con nombres de provincias.  Existe otra en  “El Tamarindo” que quizá se la puso el pueblo, también por la comarca.
Cuando se reconoció al personaje fue al denominar “Elías Piña” a la ciudad y municipio de la antigua “Comendador” y a la que fuera primero Provincia San Rafael y luego provincia Estrelleta.
Por otro lado, en algunas descripciones de Bánica se anota que en 1938 pasó a integrar la provincia Benefactor, hoy San Juan, y que en 1942 se convirtió en municipio de la provincia San Rafael, hoy provincia Elías Piña.
¿De Bánica o de Las Matas?  De Elías Piña no han aparecido datos biográficos ni reconstrucción de su imagen porque tampoco hay testimonios de su aspecto físico.  J. Delmonte, que aseguró  haber estado “a diez pasos” de Piña en la contienda final, afirma que éste era de Las Matas de Farfán, sin embargo,  Morrilla escribió: “Hermanos naturales de Bánica en las inmediaciones de la frontera de Haití, por el Sur. El primero coronel y el segundo capitán de las tropas dominicanas”, refiriéndose a Elías y Francisco.
Agrega que “ambos abrazaron con ardor la justa causa de la expulsión que hicieron los dominicanos de sus opresores, sirviendo bajo las órdenes del valiente general Antonio Duvergé”.
Vetilio Alfau publicó  unos apuntes inéditos de Juan Nepomuceno Tejera que ofrecen alguna información sobre Piña, pero fue el soneto de Galván, dice, el que  permitió aclarar puntos hasta entonces “rodeados de incertidumbre”. Uno de ellos es que “fue en el año 1848 cuando el coronel Piña cayó gallardamente en defensa de la Patria” porque muchos  consignan que fue en 1846 o 1847, y el otro punto es que murió en  Bánica.
Todos lamentan el olvido en que ha quedado sepultado Piña. Rodríguez Demorizi se quejaba en 1942 de que “del heroico soldado apenas se recuerda la épica tradición bellamente recogida por el coronel Teódulo Pina Chevalier...”.
Y  considera “extraño que el nombre de Elías Piña no aparezca en los Partes oficiales de la Guerra de Separación, del historiador nacional García, ni tampoco en su Historia, ni en la de Bernardo Pichardo, ni en la de Ubaldo Gómez. Solamente la encontramos en El Oasis, edición del 3 de diciembre de 1854…”. En esa publicación  aparece el soneto de Galván “a la memoria del ilustre coronel don Elías Piña, muerto en el ataque de Bánica en 1848”.
Concluye  que “por obra de favorables circunstancias, el nombre del humilde y olvidado Elías Piña hoy adquiere relieve y resonancia. Bien lo merece quien sin arredrarse ante la muerte de sus hermanos, también fue a dar su vida por la vida de su bandera”. Se refiere a la categoría dada a “Villa Comendador”.
Reproduce a Pina Chevalier: “Trabada una batalla frente al fuerte de Cachimán entre dominicanos y haitianos, los hermanos Piña luchaban a brazo partido por tremolar en el fuerte la bandera tricolor dominicana. El más joven avanzó con el pabellón y fue muerto en el acto. Al otro hermano le sucedió lo mismo, pero Elías recogió el pabellón y avanzó con los suyos hasta enclavarlo en el tope del fuerte bajo el más caluroso de los homenajes, pero con tan mala fortuna que a pesar de la derrota haitiana una bala perdida le atravesó el corazón muriendo en triunfo sobre la enseña de la Patria”.
En 1953,  Alfau Durán declaró que en 1860, cuando Pedro Santana, a la sazón presidente de la República, “regresó victorioso de las fronteras del Sur después de haber abatido la antinacional insurrección del general Domingo Ramírez y de su compinche el también general Fernando Tavera, fue recibido apoteósicamente en esta ciudad, y en el Arco del Triunfo que en su honor fue levantado en la calle del Conde, se leían vistosamente, en el centro, los nombres del general Ramón Santana y del coronel Elías Piña, ambos mártires de la Independencia”.
Los demás cronistas citados destacan el valor y el patriotismo de Elías Piña. Sócrates Nolasco escribió que Morillas salió del país huyendo a Juan Pedro Boyer y publicó ese trabajo 60 años después. “La muerte del coronel Elías Piña se supo en Cuba, lo conmovió y quiso dejar constancia del compatriota “porque los que sacrificaron su existencia por la libertad de su país son dignos de que su memoria se conserve”.
El escrito de Morilla, “una de las grandes figuras intelectuales de Santo Domingo que emigraron a Cuba”,  fue encontrado por Max Henríquez Ureña en sus investigaciones en la Biblioteca Nacional de La Habana.
Nolasco llama a Piña “muerto ilustre y sin historia”, “prócer reverenciado” y también lamenta que “sus rasgos sobresalientes permanecieran en el olvido y su nombre quedó tácito aunque latiendo con fervor en las conciencias”.
“¿De dónde era?”, pregunta, y apunta: “J. Delmonte, informador de Morilla, supuso que era de Las Matas de Farfán, la aldea que le dio más hombres de armas a la República para las campañas de la Independencia”.

martes, 17 de julio de 2012

Los Mejores Deseos para Chae y Tony



En el amor a los amigos no existe la distancia, digo esto porque hace unos días me llamo desde New Jersey Sarah Lebrón para comunicarme que Hipolito, mejor conocido como “Chae” estaba internado en el hospital el cual estaba en cuidado intensivo debido a un infarto. Ya unos días antes había recibido otra llamada y en esta ocación desde Long Island, New York, de nuestro gran amigo del Barrio también al igual que Sarah, de Teofilo, conocido por nosotros como “Teito” para también darme otra no muy buena noticia, de que Felix Doble “Tony”, el hijo de Toñito de la called “D” también estaba internado con muchas complicaciones por su estado de salud. Lo irónico de la llamada de Teito es que Tony es casi mi vecino aquí en Orlando y yo vine a enterarme por alguien que vive a mas de Mil millas de la Florida. Para que puedan ver que la amistad, cuando es verdadera, no importa la Distancia.

Esperamos que tanto “Chae” como “Tony” se recuperen pronto y todos juntos les roguemos a Dios que nuestros amigos vuelvan a casa mas sanos de lo que estaban. Con relación a Chae, le pedimos a nuestros amigos y vecinos que, cualquier cooperación que puedan dar será bien agradecida por la familia y el barrio. Chae fue trasladado de un centro medico privado al Hospital Morgan por lo costoso del tratamiento. También le agradecemos a los amigos que ya se han preocupado y han aportado su “granito de arena” a la causa de nuestros amigos.