Buscar

lunes, 19 de octubre de 2015

Vivencias en el Barrio



Por Carlos Tavarez
(pionero del Espaillat)


Con sus acólitos segundos, minutos, horas, días, semanas y meses, discurrieron entre precariedades las incidencias de una época, que talló en la memoria de quienes tuvimos el privilegio de vivirla; imborrables y gratos recuerdos. (Me refiero a los 70s).

Parecía a cada instante, urgirle a tal; embutir en nuestros mocetones espíritus, toda la alegría e intenso colorido de la plenitud existencial. El derroche de energía, espontáneo manifiesto juvenil, con su algarabía y desenfado mágicos; relegaron siempre a condición de nimios, todos aquellos momentos donde la tristeza presentó sus credenciales.
El Tocayo de la 19 Carlos Ramirez


La actividad era constante: Clubes, fiestas en las casas, tertulias bohemias, serenatas; y hasta velorios como aquel, en que al momento de sacar de la casa al muerto para meterlo al carro fúnebre, ya estando mi compinche y tocayo: Carlos Ramirez y este quien suscribe ataúd en manos, al momento de intentar cruzar el umbral de la puerta; madre, hermana, sobrina, cuñada y hasta una vecina que era "muy atenta" con el difunto; arrancaron con el griterío: ¡AY QUE NO SE LO LLEVEN! Acto seguido; brilló la ocurrente chispa emocional de mi amigo quien me dice: "TOCAYO PA'TRA", ante lo que la viuda al ver que nos devolvíamos con el fiambre comenzó a hacer discretas pero enérgicas señas que indicaban: ¡Pa'lante!

No hay comentarios: