Perdimos otro amigo y hermano del
barrio, Gilbert,
el hijo de Doña Pura, hermano de Pedro y Cuqui y
otros hermanos.
Te fuiste de repente Gilbert, sin
despedirte, quizás para que la tristeza fuera menos pesada y
comprendiéramos que al no despedirte seguías viviendo entre
nosotros.
Con esa tu sonrisa y seriedad al mismo
tiempo que compartías con los amigos nos diste siempre la clave de
la buena amistad y de la calma que todo ser humano debe tener ante
las adversidades.
Y viviste hasta donde pudiste, pero en
ese corto tiempo de vida diste mucho de tu corazón, ese corazón que
te fallo al final pero que nunca te defraudó cuando se lo entregabas
a tus amigos y seres queridos.
El barrio siempre te recordará, Gilbert, como un hermano inigualable y un amigo que nunca tuvo precio, porque siempre fuiste un Amor, un ser humano como pocos.
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